sábado, 14 de marzo de 2009

el 9no mandamiento.

No desarás a la mujer de tu prójimo.

Desde las épocas de moises se sabía ya que era todo un problema fijarte en la mujer ajena.
No por el hecho de que puedas destruir una relación, ya que si por casualidad ella se fija en tí, quiere decir que esa relación ya estaba destruída desde antes.

Tampoco por el hecho de dejar al otro mal parado, ya que es mejor quitar una mujer de su camino si esta no puede serle fiel.

El problema esta únicamente (y esto es a mi parecer) en que uno termina con el corazón maltratado. Es autodestructivo desear mujer ajena... y mas aún quererla.
Por que uno puede tener sus labios y su cuerpo, pero jamás su corazón. Y si en el mejor de los casos lo logra y... llega a tener una relación linda con ella... la duda de perderla por otro... jamás se irá de la cabeza.

Pero como detener la carne que desea, y más aún al corazón que quiere Amar y ser amado.
Como mantenerte firme ante tanta belleza y tanta hermosura de su alma. De donde viene todo este sentir si no es de mi mismo... ¿es que acaso sentir es malo? o simplemente uno debe respetar la Regla tal y como es... el noveno mandamiento.

Respetarlo o no, es algo que dejo a criterio de quien lea esto, pero eso si...
yo he aprendido que uno, puede evitarse muchos problemas y más aún... evitar hacerle mal al loco corazón que lleva dentro.
Hay que amar, pero recién descubro que hay que saber a quién, donde y en el momento indicado.
Buenas tardes y que el Señor los bendiga.

1 comentario:

Alejandra dijo...

Cuando comenzamos a nacer
La mente empieza a comprender
Que vos sos vos y tenés vida

Que poca cosa es la realidad
Mejor seguir, mejor soñar
Que lo que vale no es el día

Pero el sol está
No es de papel, es de verdad

Tenés una boca para hablar
Y comenzás a preguntar
Y conocés a la mentira

Con tus piernas vas a caminar
Y ahí se te empiezan a encerrar
Y ahí te quedás con tu rutina

Y qué vas a hacer
Uno se cansa de correr

Llenás tus valijas de amor y te vas
A buscar el cuerpo de una mujer
Y descubrís que amor es más que una noche
Y juntos ver amanecer

Poco a poco vos te conformás
Si no es amor es tuya igual
Y vos le das lo que te pida

Pero si te ofrecen el final
Dirás igual me he de quedar
Porque soy yo, porque es mi vida.